Después de cuatro años de cárcel, los condenados por la pelea en un bar con guardias civiles rompen su silencio. Viajan a Catalunya para denunciar otros casos de represión judicial y acusaciones de terrorismo contra independentistas y devolver la solidaridad recibida.
Después de pasar casi cuatro años en la cárcel por una pelea de bar, los jóvenes de Altsasu rompen su silencio. Y lo hacen en el Sense Ficció de TV3 para denunciar otros casos de represión judicial, acusaciones de terrorismo contra activistas y montajes policiales que se siguen repitiendo en el Estado español, a pesar de la ola de indignación y protestas que provocó su encarcelamiento. Son los otros Altsasus.
Adur Ramírez de Alda y Jokin Unamuno ya tienen el tercer grado y cumplen pena vigilados por una pulsera telemática. Como el resto de condenados por atentado a la autoridad, lesiones, desórdenes públicos y amenazas contra unos guardia civiles fuera de servicio y sus parejas en octubre de 2016 en Navarra, intenten rehacer su vida. Y quieren dar la cara para defenderse del linchamiento mediático y rebatir las acusaciones de terrorismo de una fiscalía que les llegó a pedir hasta 62 años de cárcel. Hasta ahora, sus abogados, familiares y amigos habían hablado por ellos.
¿Cómo les han cambiado la vida los 1.326 días de cárcel y el haberse tenido que enfrentar a las juezas Lamela y Espeiel en la Audiencia Nacional? ¿Continúan siendo independentistas y reivindicando que la policía española abandone Euskal Herria? ¿La palabra de un policía vale siempre más que la de un activista ante los jueces? ¿Cómo se pasa, en sólo una noche, de ser un joven anónimo a ponerle cara a la lucha antirrepresiva de toda una generación? ¿Cómo vivieron el referéndum del 1-O y el encarcelamiento y exilio del gobierno de la Generalitat desde sus celdas? ¿Se resisten todavía algunos aparatos del Estado, a dejar de explotar la doctrina del todo es ETA y contra ETA todo se vale? ¿Cómo ha afectado, el caso de Altsasu, al proceso de paz vasco y a a la reconciliación, ahora que hace 10 años del fin de la lucha armada?
En Presuntos culpables, Ramírez de Alda y Unamuno viajan a Catalunya para devolver la solidaridad recibida y apoyar a otros represaliados, como los CDR acusados de terrorismo en la Operación Judas o el 23-S. En un recorrido por las cárceles de Lledoners, Wad-Ras, la comisaría de Via Laietana y las escuelas de Sant Cebrià de Vallalta y Dosrius, que sufrieron cargas policiales el 1-O, los jóvenes de Altsasu conversan con Marcel Vivet, condenado a cinco años de cárcel por manifestarse contra Jusapol; Xènia Garcia, encarcelada durante las protestas contra la sentencia del Procés, o Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, entre otros. Y descubren las caras de la represión, como la que sufre el activismo de la PAH y el Sindicato de Inquilinos e Inquilinas, que acumulan más de 200.000 € en multas con, incluso, penas de cárcel.
El documental también reflexiona sobre la politización y la baja percepción de independencia de la justicia española y sobre el modelo policial, con la participación de las principales asociaciones de jueces y juezas, del profesorado de la escuela judicial y de representantes de la Comisión Europea, de los Mossos d’Esquadra y de sus sindicatos.
El martes 18 de enero de 2022, el programa Sense Ficció de TV3 emitió «Presuntos culpables: los otros Altsasu». La emisión del documental fue seguida por 343.000 espectadores, lo que representó un 15,1% del share.